Cuando les sea arrebatado el esposo, entonces ayunarán (19-02-2021)

Cuando les sea arrebatado el esposo, entonces ayunarán (Mt 9, 14-15)

Los discípulos de Juan se le acercan a Jesús, preguntándole: «¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no ayunan?». Jesús les dijo: «¿Es que pueden guardar luto los amigos del esposo, mientras el esposo está con ellos? Llegarán días en que le arrebatarán al esposo y entonces ayunarán». 

REFLEXIÓN

¿Guardan luto los amigos del esposo?

En una boda el esposo invita a todos los familiares, amigos y conocidos a celebrar la unión entre su esposa, Cristo y él; los invitados por su parte se preparan y arreglan con sus mejores vestidos, entre todos celebramos una fiesta con la alegría por encontrarnos con la pareja de novios, contagiándonos todos de amor. Es un día donde olvidamos los problemas, al menos, mientras dura el encuentro.

No es por tanto momento de luto, ni de ayuno sino todo lo contrario. La vida puede ser larga o corta, no lo sabremos, pero lo importante es que cada uno de los momentos del día los vivamos como una boda, alegres con el Señor y con cada persona que nos rodee, permitiendo el paso de la felicidad que me viene regalado, por  Dios, hacia los demás a través nuestra.   ¡El ayuno y el luto mejor que no lo vea nadie, no vaya a ser contagioso!

ORACIÓN

Te ruego Señor, renueves cada día el Espíritu que me das, que te lleve en el camino de la vida, sin miedos, con paso firme en la seguridad y tranquilidad que me acompañas. Dame alegría, para poder transmitirla a aquellos que no te han visto. Que sea tu mejor herramienta para poder arreglar los corazones de mis hermanos y allá donde me equivoque haz que te encuentre de nuevo.

Te doy gracias Señor por tu amor sin límites y por mostrarme mis limitaciones. Gracias por brindarme siempre una nueva oportunidad para alimentar mi alma, vaciándome primero de lo que me hace daño.

Muéstrame esta Cuaresma que no soy nada sin ti. Enséñale a mi corazón perezoso a vaciarse de ruidos materiales y egoístas.

Señor, ayúdanos a vivir este tiempo en la alegría y no en la tristeza. A sentir la cercanía del esposo, tu compañía en nuestro camino hacia la Pascua. Que estemos más tiempo contigo, delante de ti, ante tu presencia.

Que la soberbia y la pereza no cierren mi corazón. Ayúdame a cambiar mi corazón porque un corazón quebrantado y humillado tú no lo desprecias.

¡En ti confío!