La Parroquia San Juan Pablo II celebra la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado

La Parroquia San Juan Pablo II acogió este martes 28 de septiembre, la Jornada Mundial del Migrante y Refugiado, con una Eucaristía presidida por D. Salvador Diánez, delegado diocesano de Migraciones y concelebrada por el párroco de San Juan Pablo II, D. Adrián Ríos.

A la ceremonia asistieron feligreses de diversas nacionalidades acogidos e integrados dentro de la comunidad parroquial. Durante su homilía, Diánez resaltó la  importancia “de ensanchar el corazón para derribar las barreras mentales que nos llevan erróneamente a establecer distinciones y rechazos a nuestros hermanos migrantes”.

Reflexionó que la jornada “no se trata de una celebración anual aislada, sino de un compromiso de compartir la vida, porque la presencia de los migrantes en la Archidiócesis es una realidad constante”.

La Jornada del Migrante y del Refugiado se convierte cada año para la Iglesia universal en una ocasión para expresar su preocupación por las diferentes categorías de personas vulnerables en movimiento y para rezar por ellas mientras enfrentan múltiples desafíos.

El lema escogido este año por el papa Francisco para esta edición número 107 ha sido “Hacia un “nosotros” cada vez más grande

Mesa redonda

Tras la celebración eucarística, tuvo lugar una mesa redonda en el salón de actos del complejo parroquial en la que participaron Salvador Diánez, José Mula, miembro del Proyecto Nazaret y Eloísa Padilla, directora de Cáritas de San Juan Pablo II.

En el encuentro participaron jóvenes del proyecto Samuel, menores de edad acogidos en el Centro Miguel de Mañana, que reciben apoyo extraescolar, actividades lúdicas y deportivas impartidas por voluntarios de la Parroquia San Juan Pablo II.

Durante su participación, el delegado diocesano de Migraciones mencionó que “queda mucho camino por recorrer para sensibilizar para que las comunidades parroquiales y cristianas conozcan realidades concretas de jóvenes migrantes, porque eso es lo que abre el corazón y derriba todos los prejuicios que se puedan tener con estos hermanos y hermanas”.

Por su parte, José Mula, describió su experiencia con personas migrantes desde el año 1988 inicialmente en Sevilla Acoge y actualmente en Proyecto Nazaret de Cáritas Diocesana, donde ha sido educador y actualmente responsable del área de sensibilización.

Su estancia en Bolivia durante ocho años y en Marruecos un año, le han permitido sentirse también extranjero y entender muchas realidades. Actualmente acoge a un chico de Burkina Faso en su casa, “que hoy, después de casi 4 años, es ya parte de la familia”, confiesa.

Finalmente, Eloísa Padilla describió experiencia tras experiencia, cómo fue surgiendo la acogida y el acampamiento a jóvenes inmigrantes, provenientes principalmente de Marruecos a través del Proyecto SamuÉl, suscrito entre Cáritas parroquial y la Fundación SAMU Wellness Miguel de Mañara.