La imagen de la Virgen María, Reina de la Familia, ha sido entronizada en el templo parroquial

La imagen de la Virgen María, en su advocación de Reina de la Familia fue entronizada la tarde de este jueves 5 de agosto, en la hornacina de la cara este del templo parroquial, el día en el que la Iglesia celebró la dedicación de la Basílica Santa María la Mayor en Roma.

El párroco de San Juan Pablo II, D. Adrián Ríos, presidió la ceremonia de bendición y entronización de la blanca imagen, al término de la Eucaristía.

Elaborada en poliéster, mide 90 centímetros aproximadamente, cuyo gesto de alegría y de paz, invita a mirarle y confiarle nuestras necesidades e intenciones. Sus manos unidas son signo de su promesa de intercesión que nace de su amor de madre, irradiando la luz y la pureza de su santidad, como modelo de oración.

Nuestra primera intercesora

Durante su homilía, el párroco expresó que, siendo la Madre de Dios, “María es nuestra primera y mayor intercesora, aquella que en Caná se compadeció de la necesidad de los novios y acudió a su Hijo, para que Él obrase el primer signo, el primer milagro”.

Por tanto, “María se hace cargo de nuestras necesidades, inquietudes, problemas e intenciones y se las presenta a Jesús como mediadora. Por eso, María es para nosotros nuestra guía. También podemos hablar de Santa María como modelo, porque ella es la toda santa, ella es modelo de la Iglesia, modelo de santidad, virtud que expresa no solamente con milagros, sino, en cuanto acepta la voluntad de Dios”.

Así, “María es para nosotros, modelo de santidad, misericordia, obediencia, aceptación y fidelidad hasta el último momento. María madre, María intercesora y María modelo”.

María, estrella de la nueva evangelización

“Dios quiera que exponer a la veneración a la Santísima Virgen a las afueras de nuestro templo, sea también una expresión de nuestra Iglesia misionera, una parroquia que no se conforma con quien entra, sino que anuncia a Jesucristo a quien no entra, a quien no tiene nada que ver aparentemente con la vida de la Iglesia o con la fe, pero que pasará por la glorieta camino del trabajo, el centro de salud o de regreso a casa, y verá la imagen de María, como  medio para atraerlos hacia Dios, porque es lo que ella hace en todo momento, ofrecernos a Jesucristo”, manifestó.

Finalmente, “que María, estrella de la nueva evangelización nos siga mostrando los distintos modos de ofrecer al Señor, no solo a quien entra en la Iglesia, sino a quien, de paso por ella, pueda encontrarse con su Hijo, nuestro Señor”.

Una decisión de San Juan Pablo II

El día 31 de diciembre de 1995 el Papa Juan Pablo II disponía que la invocación “Reina de la Familia” se incluyera en las Letanías Lauretanas entre las invocaciones “Reina del Santísimo Rosario” y “Reina de la Paz”. Así accedía a las peticiones recibidas durante el Año Internacional de la Familia (1994), en orden a que la Santísima Virgen estuviera presente en cada hogar con la luz de su ejemplo y con su materna intercesión.  Esta invocación a María como Reina de la Familia nos lleva a reconocer el valor de su presencia en la Iglesia Doméstica

Un recorrido por las enseñanzas del Magisterio de la Iglesia nos ayudará a profundizar en el influjo salvador, que, como Reina y Madre, ejerce la Virgen María sobre la gran familia de los hijos de Dios y sobre la pequeña iglesia doméstica, ya que la familia cristiana participa de la vida y misión de la gran Iglesia. Podremos conocer cuál es la misión de María en el misterio de la Iglesia, en el que está insertada la familia cristiana, y su función como colaboradora en la obra salvadora, que Cristo encomendó a la Iglesia, de cuya misión de salvación participa la familia cristiana.

Año Familia Amoris Laetitia

El 19 de marzo de 2021, la Iglesia celebró el quinto aniversario de la publicación de la exhortación apostólica del Papa Francisco Amoris Laetitia, sobre la belleza y la alegría del amor familiar. El mismo día el Santo Padre inauguró el Año “Familia Amoris Laetitia“, que terminará el 26 de junio de 2022 con ocasión del X Encuentro Mundial de las Familias en Roma con el Santo Padre.

En este sentido, el papa Francisco  ha exhortado a la Iglesia a que “¡Apoyemos, pues, a la familia! Defendámoslo de lo que compromete su belleza. Abordemos este misterio del amor con asombro, discreción y ternura. Y comprometámonos a salvaguardar sus preciosos y delicados vínculos: hijos, padres, abuelos… Estos vínculos son necesarios para vivir y vivir bien, para hacer más fraterna la humanidad”.

Para obtener más información sobre el Año de la “Familia Amoris Laetitia” o leer el texto completo de Amoris Laetitia, pinche aquí. 

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