Tú lo dices: soy rey (Jn 18, 33-37)
En aquel tiempo, entró Pilato en el pretorio, llamó a Jesús y le dijo: «¿Eres tú el rey de los judíos?».
Jesús le contestó: «¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí?».
Pilato replicó: «¿Acaso soy yo judío? Tu gente y los sumos sacerdotes te han entregado a mí; ¿Qué has hecho?».
Jesús le contestó: «Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi guardia habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reino no es de aquí».
Pilato le dijo: «Entonces, ¿tú eres rey?».
Jesús le contestó: «Tú lo dices: soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz».
reflexión
Tú lo has dicho: soy rey, pero mi reino no es de este mundo.
Saber que estoy convidada a ser parte de tu reino que está en los cielos y que desde ahora colaboro a construirlo junto contigo cada vez que mis oídos están abiertos a tu verdad y logro vencer el pecado, me llena de alegría; como el niño que de ver a su Padre realizar alguna tarea, lo observa, imita y sigue las instrucciones hasta puede ayudarle y le dice: ¡mira Papá, lo estamos logrando!
Y me doy cuenta de que todos los que pertenecemos a tu iglesia en la tierra, estamos llamados a ser una sociedad de contraste, luchando y procurando no formar parte de las estructuras de pecado; si afuera hay injusticia, seamos justos, si afuera hay indiferencia, que entre nosotros reine el amor fraterno, por que tú eres eso AMOR en su totalidad y desafortunadamente en el mundo impera el desamor, por la vida, por el prójimo, por el bien común y todo esto ¿por qué?
Y cito las palabras de San Francisco de Asís “EL AMOR NO ES AMADO” y es por ello que estamos tan vacíos, tan infelices porque nos empeñamos en buscar la felicidad en cosas que nos brinden satisfacción inmediata, pero que es pasajera, en tener poder, reconocimiento, posesiones, exactamente todo lo contrario a ti Jesús de Nazaret hijo de María y José, Rey del Universo.
Oración:
Padre gracias por mostrarme la verdad y revelarme tu señorío absoluto sobre cualquier tempestad de la vida. Que yo pueda ser fiel y digna colaboradora para que más personas se encuentren con el verdadero Rey, el Rey que lo que otorga nada tiene que ver con títulos nobiliarios, oro, tierras que en tu reino de nada nos valdrán; sino que derramas sobre tu pueblo lo mas preciado que es la paz interior, la felicidad y el amor infinito e incondicional.
Gracias Jesús por aceptar la voluntad de tu Padre para nuestra salvación. Gloria a ti por siempre Rey de Reyes, Amén.
