Quien los cumpla y enseñe será grande (10-03-2021)

Quien los cumpla y enseñe será grande (Mt 5, 17-19)

No creáis que he venido a abolir la Ley y los Profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud. En verdad os digo que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la ley. El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos. Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos.

REFLEXIÓN

El acatamiento estricto de la Ley era difícil incluso para los propios fariseos, que tenían que pedir perdón a Dios en cada fiesta anual de la Expiación por las faltas cometidas. Su incumplimiento los llenaba de temor por miedo a la condenación.

El mismo Legislador hecho hombre, ¿Cómo no iba a cumplir la Ley por él inspirada?, pero, así como la Ley de Moisés fue grabada en piedra por la mano del Padre, Jesús graba la Ley en nuestros corazones, que impregnada del amor de Dios, es cuando realmente llega a su plenitud.

¡Que distinto es ver la Ley como nos la muestra Jesús! Ya no es una carga, sino que nace del corazón y es encumbrada por la caridad. Al poner todo su amor en la Ley, ¡cual fácil se hace su cumplimiento, pues los que aman a Dios ansían cumplir su voluntad. De una Ley donde lo importante es guardar la apariencia, como cuando se dijo: “no comentarás adulterio”, Jesús la plenifica, la extiende y nos dice:” el que mira a una mujer casada deseándola, ya ha sido adúltero con ella en su interior”. El cumplimiento de la Ley debe nacer, por tanto, en lo profundo del corazón.

Ni el más pequeño de los preceptos puede ser abolido sin ofender a Dios. Es necesario escuchar su Palabra desde el corazón, ponerla en práctica y enseñarla, y así seremos grandes en el reino de los Cielos. Todo culmina en el mandamiento que Jesús enseñó con mayor insistencia: amar los unos a los otros con el mismo amor con que Él nos ha amado.

En el evangelio de MT 5,17-19, Jesús nos da a conocer la importancia del cumplimiento d la Ley de Dios en la vida cristiana.  Los cristianos, tenemos la obligación no solo de cumplir la Ley de Dios, también de transmitirla a nuestros hermanos sin interpretaciones personales a conveniencia, debemos cumplirla como nuestro Señor nos indica.  Él, quiere que seamos perfectos como nuestro Padre celestial lo es, para que así lleguemos algún día a alcanzar el Reino de Dios

ORACIÓN

Señor Jesucristo, permítenos por tu divina gracia, que seamos capaces d valorar nuestros actos de cada día observando tus preceptos. Que sepamos amar y perdonar a nuestros hermanos como Tú lo haces para así estar en amistad permanente contigo.

Con tu ayuda conseguiremos alcanzar algún día la vida eterna .

Señor, necesito tu Espíritu vivificante, para que me ayudes a ver la Ley como el ejercicio de la Caridad. Yo solo con mis pobres fuerzas no me siento capaz. Ayúdame, Señor, a cumplir los mandatos que nos confiaste desde el fondo de mi corazón. Permíteme que me libere del pecado ya desde lo más profundo de mi alma. Quiero ser manso de corazón y cumplir tantas y tantas Leyes y preceptos que no comprendo, o considero injustos, como tu observaste la Ley que profetizaba tu santo advenimiento, según el plan divino de la Encarnación.

Gloria al Padre, al hijo, y al Espíritu Santo… Amén

 

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