Medio centenar de feligreses y amigos de la parroquia de San Juan Pablo II ha recorrrido en peregrinación desde el viernes 18 al martes 22 de octubre, las huellas del santo titular en Polonia, en una viaje presidido por el vicario parroquial, Juan Guzmán.
Los peregrinos han podido conocer de primera mano los escenarios donde se desarrolló la vida de San Juan Pablo II antes de ser elegido Papa el 16 de octubre de 1978. A lo largo de cuatro intensos días de viajes han visitado su ciudad natal, Wadowice, y Cracovia, en la que ejerció su ministerio sacerdotal primero y episcopal después. También han girado visita a los santuarios más importantes de Polonia, Czestochowa y Kalwaria, además del de la Divina Misericordia, que están en la base de las devociones particulares del Papa viajero.
La peregrinación ha celebrado misas en Nowa Huta, la parroquia del barrio obrero edificada por empeño colectivo de los obreros de la cercana siderurgia apoyados incansablemente por el arzobispo Wojtyla; en el santuario de San Juan Pablo II en Biale Morza, erigido por el que fuera su secretario personal Stanislaw Dsiwisz durante más de cuarenta años; en el santuario de la Virgen de Czestochowa, Reina de Polonia, en Jasna Gora; y en la basílica de la Presentación de Wadowice.
Además de estas celebraciones, el ambiente de la peregrinación se ha impregnado del rezo del rosario y otras oraciones de la Liturgia de las Horas así como del ejercicio piadoso del viacrucis en el santuario de Kalwaria, que recrea entre montes la Jerusalén de tiempos de Jesús. El viaje ha incluido visitas guiadas de Cracovia, en especial de su barrio judío, y del campo de concentración y exterminio de Auschwitz-Birkenau en la localidad polaca de Oswiecim.
La sorpresa más grata de la peregrinación ha sido el singular hermanamiento con la parroquia San Juan Pablo II de Cracovia, todavía en construcción en el distrito universitario de la antigua capital polaca, y que viene desarrollando su acción litúrgica y pastoral en un pequeño templo provisional construido al efecto.
Un grupo de peregrinos visitó al vicario parroquial, el padre Adam, que generosamente abrió las puertas al grupo de Sevilla para orar el lunes por la tarde. Hubo saludos recíprocos, intercambio de regalos y plegaria compartida en polaco y en español gracias a las hermanas Teresa y Ángela, de las Hijas del Amor Misericordioso, que acompañaban al grupo y animaban las celebraciones con sus cantos.
Los peregrinos han conocido de primera mano el paisaje, los lugares y la historia que marcaron la biografía de Karol Wojtyla desde su nacimiento en 1920. En este sentido, la aportación de la profesora de la Facultad de Teología de San Dámaso Carmen Álvarez, especialista en la figura de San Juan Pablo II y responsable de la edición de sus obras de juventud, ha sido decisiva para ahondar en los contenidos presentados por los guías turísticos durante el viaje.
Las cuatro eucarísticas se han vivido, en cierto modo, como una preparación inmediata para la celebración de la festividad del santo titular de la parroquia, este martes 22 de octubre. Especialmente emotiva resultó la misa en la cripta del santuario de San Juan Pablo II, en la que destacaba una reliquia de su sangre colocada en la estela funeraria que reproduce la lápida funeraria del Papa y un libro en plata que evoca el Evangelio sobre su féretro que el viento cerró durante su misa exequial en la explanada de la basílica vaticana de San Pedro.
Javier Rubio
