Raquel Cardiel: “Os recomiendo abrir el corazón para dejar que sea el Señor el que obre”

"Tuve la fortuna de recibir el Primer Anuncio junto a mi esposo"

“Os recomiendo abrir el corazón para dejar que sea el Señor el que obre en vuestras vidas”

Raquel Cardiel Isabel nació en Segovia y actualmente pertenece al Proyecto Amor Conyugal y a Pequeñas Comunidades de la Parroquia San Juan Pablo II. Está casada y es madre de tres hijos.

Afirma que tras conocer a Jesús intenta que su fe como católica practicante esté presente en todos los ámbitos de su vida, “pero no por obligación o como cumplimiento de unas normas o mandamientos, sino porque realmente vivir así me hace mucho más feliz”.

Manifiesta que diariamente “tiene muy presente la oración y la confianza en que Dios me ama tal como soy, eso me da mucha seguridad y serenidad tanto en mi vida laboral como en la personal”.

Bajo ese prisma e intentando siempre glorificar a Dios, procura “amar a los demás como Dios nos pide y ser uno con todos y cada uno de mis hermanos. Realmente así se vive de otra manera y, como persona limitada que soy, no siempre es fácil, pero teniendo clara mi fe y con la ayuda de Dios sigo ese camino”.

Raquel manifiesta que “para mantener viva la fe es muy importante mantener vivo el encuentro con Jesús en el día a día a través de la oración y los sacramentos”.

Considera además que “es fundamental sentir esa cercanía y ese amor con Jesús para mantener viva la llama de la fe. “En el día a día lo mundano nos come y si no nos paramos a tener encuentros personales de intimidad con Jesús, esa fe que guía nuestra vida de amor hacia Dios y hacia los demás, se va apagando y con ello nuestra vida cristiana y nuestra felicidad de sentirnos amados hijos de Dios”.

“Os recomiendo abrir vuestro corazón y cerrar vuestra mente a prejuicios, valoraciones y expectativas para dejar que sea el Señor el que obre en vuestras vidas. Basta un pequeñito acercamiento a través de la oración o dar un pasito hacia la Parroquia para que Él vaya obrando y guiándote en el camino de la fe, pero para ello es fundamental soltar todo lo que nuestra mente nos hace frenarnos y dejarte sentir en el corazón”.

Segovia (1970)

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