Posts Relacionados
Estamos encantados de compartir con vosotros que nuestra parroquia lanza Alpha❓ Es difícil encontrar momentos para conversar y dar respuesta…
La nueva imagen de San José ya se encuentra situada en el templo parroquial, tras ser bendecida el pasado viernes…
La Parroquia San Juan Pablo II acogerá la meditación del Santo Viacrucis durante los viernes de Cuaresma. Cada semana les…
Javier Rubio se define como “feligrés por elección” de la Parroquia San Juan Pablo II, es periodista, lleva más de…
La Parroquia San Juan Pablo II acogió el miércoles, 15 de mayo, con motivo de la Pascua del Enfermo, en…
Durante la Eucaristía de las once de la mañana de este domingo 19 de mayo, solemnidad de Pentecostés, el párroco…
El crucificado de la Vera Cruz tallado por el escultor e imaginero Alberto Pérez Rojas está de regreso en nuestro…
El próximo lunes 21 de noviembre, fiesta de la Presentación de la Virgen, el vicario episcopal, D. José Tomás Montes…
Junto a los otros dos importantes coloquios, esto es: aquel en el que Cristo hace referencia al «principio» (Mt 19, 3-9, Mc 10, 2-12) y el otro en el que apela a la intimidad del hombre (al «corazón»), señalando al deseo y a la concupiscencia de la carne como fuente del pecado ( Mt 5, 27-32), el coloquio que ahora someteremos a análisis, constituye, diría, el tercer miembro del tríptico de las enunciaciones de Cristo mismo: tríptico de palabras esenciales y constitutivas para la teología del cuerpo. En este coloquio Jesús alude a la resurrección, descubriendo así una dimensión completamente nueva del misterio del hombre. Las palabras del Evangelio, en las que Cristo hace referencia a la resurrección tienen una importancia fundamental para entender el matrimonio en el sentido cristiano y también «la renuncia» a la vida conyugal «por el reino de los cielos».
En la Gran Víspera del domingo de Gaudete, en el silencio de la fría anochecida en Sotillo de la Adrada,…